Crónica/Coronica
El pasado sábado día 20 de octubre, compañeros, simpatizantes y
amigos de Hispania verde, hicimos una pequeña excursión por Alfajarín, más
concretamente una ascensión por el barranco de Rancavites, lugar hermoso y
lleno de vida, donde se conjuga fauna, flora y yeso .
La meteorología se presentaba en contra nuestra, ya que esa tarde
no paraba de llover, sin embargo, tras un breve dialogo y viendo que escampaba decidimos -por unanimidad-,
llevar a cabo nuestra excursión y aportar nuestro granito de arena, retirando
diferentes residuos no biodegradables que algunas personas, sin conciencia
ecológica, habían dejado en este hermoso paraje, como podréis observar por las
fotos.
Comenzamos
por el polígono industrial llamado "El Saco", junto a la antigua fábrica
de Yeso que es por donde arranca el sendero por el que se interna al angosto
barranco de Rancavites. Durante la dificultosa ascensión, debido al
agua acumulada y al barro, nuestros ojos –para asombro nuestro- fueron testigos
de una maravillosa vegetación virgen, que agradecía sobremanera la lluvia que
había caído y nuestra presencia. Allí pudimos encontrar diferentes plantas que
salpican estos generosos montes como es el gran género de las aromáticas
(romero o rosmarinus officinalis
hierba perenne usada con fines medicinales, hinojo o foeniculum vulgare hierba perenne y muy usada en gastronomía, tomillo o Thymus vularis,…), , olmo común o ulmus
minor, pino piñonero o pinus pinea,
helleborus foetidus –planta llamada
también de los ballesteros, por ser éstos quienes las usaban para ponzoñar sus
flechas-, juncos en los remansos de agua o Juncus subulatus,
o en sus orillas la y como no la aliaga o Genista scorpius que alegra nuestros paisajes con sus flores
amarillas. También encontramos algunas gramíneas como la Sphenopus
divaricatus o Puccinellia fasciculatus.
Toda esta fascinante vegetación nos iba acompañando a lo largo del
recorrido del barranco mientras ascendíamos por la majestuosidad de sus paredes
verticales de yeso que parecían querer contarnos mil historias de este fantástico lugar. Una vez terminada
la ascensión por el barranco, éste, nos obsequió con una maravillosa vista
desde lo alto de sus montes, donde la
panorámica era sorprendente, cuanta belleza acumulada a lo largo de miles y
miles de años. Creo que quedamos paralizados tanto por el cansancio como por lo
espectacular del paisaje.
Finalmente, y como habíamos acordado descendimos recogiendo todos
aquellos residuos que encontramos, depositándolos en un contenedor, terminando
nuestra maravillosa visita por Alfajarín con un buen tentempié -amenizada con
tertulia- fruto del esfuerzo de la tarde, confabulándonos en no ser ni la
primera ni la última visita que haríamos por esta maravillosa tierra nuestra,
al grito de ecología e identidad.
Esperamos volver a repetir dicha actividad con gente que piensa que la naturaleza es algo muy importante en nuestras vidas, y como, no retirar todo tipo de residuos de domingueros insensatos.
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