jueves, 31 de enero de 2013


Crónica/Coronica

El pasado sábado día 20 de octubre, compañeros, simpatizantes y amigos de Hispania verde, hicimos una pequeña excursión por Alfajarín, más concretamente una ascensión por el barranco de Rancavites, lugar hermoso y lleno de vida, donde se conjuga fauna, flora y yeso .
La meteorología se presentaba en contra nuestra, ya que esa tarde no paraba de llover, sin embargo, tras un breve dialogo y viendo que escampaba decidimos -por unanimidad-, llevar a cabo nuestra excursión y aportar nuestro granito de arena, retirando diferentes residuos no biodegradables que algunas personas, sin conciencia ecológica, habían dejado en este hermoso paraje, como podréis observar por las fotos.
Comenzamos por el polígono industrial llamado "El Saco", junto a la antigua fábrica de Yeso que es por donde arranca el sendero por el que se interna al angosto barranco de Rancavites. Durante la dificultosa ascensión, debido al agua acumulada y al barro, nuestros ojos –para asombro nuestro- fueron testigos de una maravillosa vegetación virgen, que agradecía sobremanera la lluvia que había caído y nuestra presencia. Allí pudimos encontrar diferentes plantas que salpican estos generosos montes como es el gran género de las aromáticas (romero o rosmarinus officinalis hierba perenne usada con fines medicinales, hinojo o foeniculum vulgare hierba perenne y muy usada en gastronomía,  tomillo o Thymus vularis,…), , olmo común o ulmus minor, pino piñonero o pinus pinea, helleborus foetidus –planta llamada también de los ballesteros, por ser éstos quienes las usaban para ponzoñar sus flechas-, juncos en los remansos de agua o Juncus subulatus, o en sus orillas la y como no la aliaga o Genista scorpius que alegra nuestros paisajes con sus flores amarillas. También encontramos algunas gramíneas como la Sphenopus divaricatus o Puccinellia fasciculatus.

Toda esta fascinante vegetación nos iba acompañando a lo largo del recorrido del barranco mientras ascendíamos por la majestuosidad de sus paredes verticales de yeso que parecían querer contarnos mil historias  de este fantástico lugar. Una vez terminada la ascensión por el barranco, éste, nos obsequió con una maravillosa vista desde lo alto de sus  montes, donde la panorámica era sorprendente, cuanta belleza acumulada a lo largo de miles y miles de años. Creo que quedamos paralizados tanto por el cansancio como por lo espectacular del paisaje.

Finalmente, y como habíamos acordado descendimos recogiendo todos aquellos residuos que encontramos, depositándolos en un contenedor, terminando nuestra maravillosa visita por Alfajarín con un buen tentempié -amenizada con tertulia- fruto del esfuerzo de la tarde, confabulándonos en no ser ni la primera ni la última visita que haríamos por esta maravillosa tierra nuestra, al grito de ecología e identidad. 


Esperamos volver a repetir dicha actividad con gente que piensa que la naturaleza es algo muy importante en nuestras vidas, y como, no retirar todo tipo de residuos de domingueros  insensatos.