lunes, 16 de mayo de 2011

L'ONSO




Del latín URSUM, en castellano oso. Es un animal mítico y fantástico muy arraigado no sólo en todo el Pirineo sino también en Aragón, tanto es así que Kamar Al Din, un viajero de la India que visitó los Pirineos y llegó en el siglo XIV hasta el Bearn, territorio ultrapirenaico con lazos culturales y vecino de los de Echo y Ansó, dejó escritoque los nativos de esos lugares afirmaban que descendían de los onsos (Eugeni Casanova, en El Mundo de los Pirineos, n 3, mayo-junio 1998).

Desde el punto de vista mítico, dicho animal es un símbolo del inframundo, mensajero de los muertos, que habita en las entrañas de la tierra, donde “muere” en su hibernación durante el invierno, y custodia en su interior a las almas de los difuntos. En febrero, coincidiendo con la fiesta del día dos –cristianizada en la Candelaria-, el onso sale de su espelunga. La creencia dice que si es luna nueva y el animal lo ve todo oscuro, libera las almas de los muertos. Si por el contario, hay luna llena, el onso torna a la hibernación y el ciclo anual de la primavera debe esperar cuarenta –número mágico.- días más. Josefina Roma toma esta creencia en su libro Aragón y el carnaval. En cuyas páginas explica que los mozos disfrazados y pintados de Trangas –personaje que simboliza la fertilidad- en el carnaval de Bielsa, deben enmascararse la embadurnando sus rostros con hollín para que el onso lo vea todo negro y libere a los muertos. Dichas Trangas se disfrazan con piel y cornamentas de buco –macho cabrío-y cuelgan de sus espaldas esquillas, que hacen sonar para alejar a los muertos que ha soltado el onso.

En otros lugares el onso fue sin duda personaje de dances y celebraciones, pero se han perdido, aunque queda constancia de que en Otal y Valle del Matriz se disfrazaban de dicho animal poniéndose unas alpargatas en las orejas. En el carnaval de Plan y Torla se adivina su presencia mediante personajes cubiertos con pieles.

El onso también protagoniza hechos legendarios relacionados con los reyes de Aragón. Alifonso I o Barallador/Alfonso I el Batallador, pasó buena parte de su infancia al cuidado de los monjes del Monasterio de san Pedro de Sirena. Un día armado con su arco y flechas salió hacia los parajes conocidos como la Boca de lo infierno, en la Selba d’Oza. De entre la vegetación apareció un onso enfurecido y todos salieron huyendo, salvo Alifonso, quien tenía gran fama de no asustarse así como así. Con paciencia y dotado de gran calma, tensó la cuerda de su arco y lanzó el dardo que sólo llegó a herir al animal, el onso enrabietado, se dirigió hasta donde se encontraba el joven Alifonso. El muchacho armado con tan sólo un cuchillo retrocedía al precipicio de espaldas, de pronto resbaló y cayó al suelo, momento en que el animal quería aprovechar para darle un zarpazo, sin embargo, ocurrió algo inesperado en el cielo aparecíeron unas piedras que hacían blanco en partes blandas del cuerpo del onso: ojos, cabeza, etc.,…aturdido se tambaleaba, sangrando, en ese momento y de la nada surgieron unos hombres vestidos con zamarretas de piel de craba, armados con gayatas, astrals y acompañados de furos mastines que se lanzaron contra el fiero animal derribándolo y matándolo. Eran los guallardos pastores de la Bal d’Echo que salvaron al principe. Se dice que años más tarde y como gratitud, el rey Alifonso se rodeó en todas sus batallas contra los sarracenos de una tropa de fieles guerreros de las montañas pirenaicas conocidos como los Monteros Reales.

La legendaria figura del onso aragonés, perdura en numerosos topónimos: San Martín de la Bal d’Onsera, Bal d’Onsella, Lobera d’Onsella, Cueva del Onso, Ansó, villa que lo incorpora en su heráldica, y donde por dos ocasiones los Verdes y el MSR (Movimiento Social Republicano) han movilizado a sus seguidores en defensa de su reintroducción en el paisaje, donde siglos y siglos ha convivido con sus chens, gentes.

Por ello, debemos estar orgullosos de poder contar con el ecologismo identitario en estas próximas elecciones municipales 2011, cuando éste se convierte en la mejor baza política –alejado de partidos convencionales que sólo buscan el voto para fines lucrativos-, en defensa de los derechos de animales, ecosistema y gentes de la tierra nuestra. Obviar que todos ellos pueden convivir en armonía y que sin embargo, hay una serie de intereses económicos, que crean una riqueza “caciquil” individualista y no cultural y en defensa de la tierra, donde si agotamos sus recursos, que les quedará a nuestras generaciones venideras, tan sólo sus… fotos, museos llenos de taxidermia.

POR QUE YA CALEBA E NO PAS REBLAR, vota Los VERDES-GRUPO VERDE