De botiboleyo, en una nuei de tristura solenca,
beigo a montaña de o gran Neto.
Embolicata en una resplandor callata,
forchando una chunión con os poders
misteriosos.
A luna, encantuchata maxicamén,
disposa las Runas.
E tot o que durante o diya ha estato
pleno de impureza.
Se fa imbeyible debán de
a formula machica.
D’ista traza, os falsos
son deseparatos de os leyals.
E yo, me trobo,
fren á un
siñal solar,
agafando a
falcata sagrada.
Asperando,
Ad Hoc, a plegata tuya.
(Chesús Pueyo)
De
repente, en una noche de tristeza solitaria
Veo la
montaña del gran Neto.
Envuelta
en un resplandor callado,
Forjando
una alianza con los poderes
misteriosos.
La luna,
en su encantamiento mágico,
traza las
Runas.
Todo lo
que durante el día ha estado
Lleno de
impureza.
Se hace
imperceptible ante
la fórmula
mágica.
De este
modo, los falsos
son separados de los leales.
Y yo, me
encuentro,
Frente a
una bandera solar,
Empuñando
una falcata sagrada.
Esperando,
Ad Hoc, tu venida.